Un viejo conocido

Despues de recibir esa misteriosa cita (bueno, en realidad era mas que evidente de quien se trataba) me dirigi a una pequeña aldea por la que circulaban miles de leyendas que bien podian ser ciertas. Cuando llegue al centro de unas ruinas me quede quieta, esperando notar algo o escuchar algun sonido que se me hiciera familiar, pero en vez de eso directamente el sujeto se paro ante mi con esa sonrisa cinica que le caracterizaba.
*Hola Lucy, tienes buen aspecto.* a estas alturas incluso su voz se me hacia de lo mas pesadumbrada. El tipo era mas alto que yo, al menos diez centimetros, algo fornido pero no demasiado con el pelo negro bastante oscuro. Sus ojos te penetraban como si fueran cuchillos afilados de un color rojizo, parecidos a los mios cuando me cabreaba. Llevaba una camiseta ajustada con una chaqueta de cuero encima al igual que los pantalones, todo un mensajero del infierno como no. Le mire con aire desaprobador.
-No me vengas con "Hola Lucy, que guapa estas" y dime que quieres. Ya le dije a Lucifer que no pensaba volver hasta acabar el trabajo y aun no lo acabe.- mi tono era serio, mucho mas del normal, ese tipo de gente me cabreaba y sobre todo el, a pesar de haber sido un buen amigo en mi infancia no era diferente a los demas demonios, bueno la unica diferencia era esa prominente cola que se esforzaba por mostrar ante todos y lucir con esmero.
*Vaya, la gatita sigue sin ser sumisa.* se echo a reir con eso, intentaba hacerme enfadar o al menos que le saltara pero no caeria ante esa tonteria. Al ver que no cederia se puso algo mas serio y se fue acercando hasta llegar a mi altura. *Esta bien, seamos serios. Mientras seas una niña buena y me escuches con tranquilidad no habra problemas...* se paso los dedos por la barbilla lo que hizo que le mirara con una mueca, puse algo cara de asco por como era de repelente y me estaba aguantando las ganas de pegarle una patada donde mas le dolia, pero en vez de eso respire ondo y asenti.
-Tengo cosas que hacer asi que date prisa... por favor.- le mire esperando que empezara a cantar si no queria que me fuera de alli sin mas.
*Solo vengo para decirte que se te esta acabando el plazo. Te dimos dos meses, y ya llevas un mes y veinte dias, tienes diez dias para traer cinco almas corruptas hasta nosotros o tendras que volver, y ya sabes lo que ocurre cuando vuelves y no tienes el trabajo terminado...* su cara mostraba alegria por el hecho de que no fuera capaz de superar eso y el mismo tuviera que matarme, pero no le daria la satisfaccion de hacer algo como eso. Le sonrei de lado antes de reir un poco.
-¿Viniste por esa tonteria? Entonces sigues siendo el titere de Lucian, como puede ser que alguien como tu siga cayendo cada vez mas bajo.- puede que no debiera haber dicho eso porque se mosqueo y bastante, me cogio del cuello y me dio un golpe contra la pared que tenia detras haciendo que todo me diera vueltas por un momento, le mire con ira antes de que volviera a hacerlo y acercara su asquerosa lengua a mi frente para lamer, no podia describir el asco que me dio ese momento hasta que vi la sangre en su lengua. El muy imbecil me acababa de hacer una herida en la frente. Me revolvi y le di una patada con relativa fuerza en el estomago haciendo que me soltara, le cogi una mano retorciendosela y di la vuelta para quedar con su mano retorcida hacia atras y el entre la pared y yo.
-No vuelvas a tocarme. Ya me dijiste a lo que viniste ¿no? Pues no os preocupeis, ya tengo esas almas, asi que dejad de molestarme de una vez... y dile a tu jefe que o cumple su promesa o me vere obligada a usar otro tipo de armas en su contra... el sabe a lo que me refiero.- cuando acabe de decirselo volvi a darle una patada dejandole dolorido, a pesar de aparentar mucha fuerza apenas tenia para un par de cosas, ademas era malisimo a la hora de esquivar.
En cuanto llegue al coche y me subi baje el espejo para ver lo que me habia hecho, una brecha desde el inicio del pelo hasta casi llegarme a la ceja, seria dificil de ocultar pero no imposible. En cuanto llegara a casa me limpiaria y lo taparia con el flequillo, ademas tendria que alejarme unos dias de la piscina, al menos cuando Gin estuviera delante, no queria que notara algo como eso. Ademas... tendria que pensar de donde poder sacar cinco almas que no tenia... todo eso ya era mucho trabajo como para tener que preocuparme de que mi compañero de casa hiciera alguna tonteria por algo como eso. Cogi un pañuelo para quitarme la sangre que me cayo por la cara y taponarme la herida un poco durante unos minutos, arranque y me fui hacia casa.